28 de julio de 2005

Memorias de lecturas (51)

Nos encontramos ante un nuevo número de la revista Asimov que como suele ser ya habitual desde que pasó a bimestral, las novelas cortas han ganado peso y se incluyen un total de tres frente a los seis relatos. Además de las secciones habituales se incluye un artículo dedicado a los centenarios de Heinlein y Verne, lo que no deja de tener su gracia ya que el centenario de Heinlein no se producirá hasta el 2007. Pero vayamos con los relatos:

Abre el volumen “El destino de los ratones” de Susan Palwick, un emotivo homenaje a “Flores para Algernon” en el que el destino de el ratón inteligente es muy distinto al del clásico de Keyes. Un relato bien construido y que constituye un excelente comienzo. Le sigue la novela corta “Corrimiento al verde” de Mary Rosenblum, una historia d venganza familiar con un tono poético, que se ve lastrada por una narración confusa en ocasiones que impide conocer el por que ocurren algunas cosas, pero que destaca sobre todo por el ambiente del jardín lunar. A continuación tenemos otra novela corta “El enigma de Trujillo” de David Mateo Escudero una decepcionante y muy previsible narración lineal de unos sucesos acaecidos en la ciudad peruana durante una rebelión en los años treinta que son investigados por un periodista de lo paranormal.
A continuación viene el breve “El mal que no conoces”, una historia de viajes en el tiempo que resulta tópica y previsible. “Alcanzar Centauri” de Stephen Baxter es quizás el mejor relato del volumen, una sólida narración sobre los limites de la realidad y excelentemente rematada. Le sigue “La vida, o algo parecido” de Juan Carlos Planells, un relato que sin ser ninguna maravilla se deja leer y que muestra la distante relación, en apariencia, entre la ciencia y la vida real. “El veterano” de Neal Asher es un relato cyberpunk palomitero en lo que lo mas destacable son las luchas entre soldados mejorados, quedando muy desvirtuada la relación entre los personajes. El último relato corto es “El santo” de Philip C. Jennings una breve e interesante recreación de un futuro lejano en que la una Tierra devastada es cultivada por una organización seudo religiosa. Por último el volumen se cierra con la novela corta de Ian Watson “Portavoz del mar de madera” una entretenida descripción de un planeta cubierto por un mar de madera en el que habitan unos gusanos y al que el protagonista llega con la intención de buscar unas hojas que el permitan reconstruir la absenta. Un interesante relato con un mar no tan inerte como parece.
En resumen un buen número de la revista en el que curiosamente lo mas flojo son las novelas cortas.

No hay comentarios: