7 de junio de 2005
Memorias de lecturas (36)
Kim Stanley Robinson es un autor que apabulla al lector con datos sobre los escenarios en los que se desarrolla la trama de sus obras . En esta ocasión hace lo mismo, solo que en vez de grandes espacios la acción de desarrolla en oficinas y laboratorios y Robinsón nos cuenta con todo lujo de detalles la vida cotidiana de los científicos que, cada uno a su manera y desde su posición, luchan para evitar el calentamiento global del planeta. El que busque una novela llena de acción con grandes catástrofes naturales al estilo hollywoodiense, se habrá equivocado de novela, ya que aunque si que hay inundaciones y tormentas, estas suelen suceder de forma discreta y casi siempre en segundo plano. Aunque parezca que el argumento no da mucho de si lo mejor de esta novela es la cantidad de preguntas que provoca en el lector, ya que uno comprende que la sociedad que nos muestra Robinson no esta muy lejana y que las Señas de lluvia de las que nos habla están ya presentes en nuestra vida y si no les damos una adecuada respuesta enseguida será , si no lo es ya, demasiado tarde.
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