12 de junio de 2005

Memoria de lecturas (38)

De vez en cuando es bueno echar un vistazo atras entre tanta novedad y para esos momentos siempre suele ser un seguro volver a Silverberg que entre finales de los sesenta y mediados de los setenta escribio un puñado de novelas entre las cuales las epores son mucho mejores que cualquier novelita que gana un Hugo en nuestros días. "El mundo interior" pertenece a esa epoca y Silberberg nos plantea una sociedad que vive enclaustrada en inmensos rascacielos de mil plantas para dejar el resto de la superficie de la Tierra para cultivar alimentos. En esos rascacielos la sociedad es aparentemente muy permisisva en temas de moralidad, costumbres y uso de drogas, pero a la vez es una feroz dictadura en la que todo esta reglado, existen unas clases muy diferenciadas de las que es dificil escapar y en la que la disidencia se paga con la muerte.
La habilidad de Silverberg para tejer una trama de relaciones que abarcan todos los estratos sociales le permite mostrarnos un espeluznante fresco que es a la vez entretenido y provocador y que vista hoy en día no ha perdido ni un átomo de su frescura.

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