23 de enero de 2007

Palomitas, filetes, caviar y apio

A través de SFSignal llegó a este comentario de Steven Brust

Books can be broken down into four classes: popcorn, steak, caviar, and celery.

Popcorn is pretty obvious. Anyone here enjoy The Destroyer novels by Sapir and Murphy as much as me? gobble gobble gobble Steak is the stuff you can bite into, chew, swallow, and gain sustenance from. Some of us use spices on our steak, or do interesting things with it by stir-frying it, adding ginger and various vegetables, and so on. In my case, paprika. But at the end of the day, it is steak. Niel writes particularly good steak--range fed, the spicing is different every time, always delectable, and some of it obviously comes from places where cattle are not indigenous, making you go, "Wow. How did they ever think of doing that?" as you go for the next bite.

Gene Wolfe and John M. "Mike" Ford write caviar. It is a lot of work to get to. You have to open the can, you have to make sure the refrigeration is exactly perfect. You have to have the right atmosphere, and you have to approach it with the proper reverence if you're going to get anything out of the experience. But if you do, my god, is it worth it!

Celery is that stuff you have to chew and chew and chew and, by the time you're done, you've gotten even less nutritional value from than the popcorn. I won't name any names.

Some turn up their noses at popcorn. Well, that's okay. Just don't bring 'em to a ball game. Most of us like steak, in one form or another. Some object to caviar because they have just never got into the glories of eating--into food that is worth the work. For them, the payoff just isn't there.

The interesting thing, to me, is that there really are people out there who like the celery because it is so hard to chew, and the fact that there's nothing of substance there doesn't bother them.


La verdad es que estoy de acuerdo. A la mayoría nos gustan los filetes, aunque a veces nos apetece echarnos unas palomitas. De vez en cuando es una gozada echarse un caviar al cuerpo, aunque no siempre es fácil de encontrar, pero a mi el apio me gusta en pequeñas dosis. Si se abusa de el, uno se cansa.

22 de enero de 2007

Un país anómalo

Este es el artículo Javier Marías que a la AVT-PP de Alcaraz no le ha gustado nada. Como a mi si, aquí está:

Un país demasiado anómalo

En verdad este país es anómalo. ¿Qué ha pasado en él para que hasta el colectivo de personas que merecía –y tenía– toda nuestra compasión, nuestro respeto y nuestro apoyo se esté convirtiendo en uno de los grupos sociales más antipáticos, irrazonables, verbalmente agresivos y –lo que es peor– temibles? Desde que el señor Alcaraz se puso al frente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, ésta ha pasado a ser, para gran parte de la población, algo con lo que más vale no cruzarse ni encontrarse en la calle, y yo no sé hasta qué punto sus miembros más sensatos, menos manipulados y envenenados –aún habrá muchos, espero–, se dan cuenta del flaco favor, incluso del enorme daño, que ese dirigente les está haciendo al utilizarlos principalmente como “brazo manifestante” de la extrema derecha mediática, encabezada por la emisora radiofónica de los obispos siembracizañas.

El día del primer atentado mortal de ETA tras su larga tregua tácita o declarada, una buena amiga mía, que vive cerca de Sol, se acercó tranquilamente a uno de los quioscos de esa plaza para comprar el periódico. Se encontró allí con verdaderas masas, lo cual no tiene mucho de particular en las desaforadas y estiradísimas fechas navideñas (solían iniciarse el 22 de diciembre, ahora los comercios y los alcaldes las adelantan un mes, cosa demencial e insoportable, y más o menos equivalen al Ramadán, en lo que se refiere a paralización de la vida activa). Pero le llamó la atención la proliferación de banderas españolas, y se puso alerta. Al contármelo hizo hincapié en lo que todos los moderados de este país sabemos, con tristeza: ¿qué clase de lugar es este en el que todavía nos sobresalta y alarma la abundancia de enseñas del país nuestro? (No sé si quienes abusan de ellas para sus fines particulares son conscientes de cuánto las ensucian, a ojos de la mayoría.) Allí estaban congregados los miembros de la AVT, con pancartas llenas de insultos y de disparates, pidiendo, a estas alturas, “la verdad sobre el 11-M”, y acusando no tanto a ETA, que acababa de dinamitar Barajas, cuanto al Gobierno socialista. Mi amiga compró EL PAÍS, como suele, y el quiosquero le dijo: “Este sí me queda. Hoy aquí se ha agotado La Razón y se está agotando ya El Mundo, mira cómo está la plaza”. Ella no sólo miró, sino que oyó. Algunos manifestantes, muy cerca de ella, gritaban: “¡Hay que fusilar a Zapatero! ¡Hay que fusilarlos a todos con una Parabellum!” No pudo reprimirse y los miró, como diciendo: “Miren, aquí ya no se fusila a nadie”. Ni siquiera llegó a decirlo, no le dieron tiempo, así que los miró con reprobación tan sólo. Pero eso bastó, y que llevara EL PAÍS bajo el brazo, para que los energúmenos de la AVT (cuesta escribirlo: ¡energúmenos en la AVT, merecedora hasta hace no mucho de toda nuestra simpatía!) se pusieran a seguirla en su recorrido y a llenarla de improperios. Esos individuos eran guerracivilistas. No sólo por los insultos que escogieron (“¡Perra, roja, miliciana, guarra!”; en el 2007, parece increíble), sino por montar en cólera al ver el diario que ella leía. Mi amiga siguió adelante, sin ya volverse, pero al comprobar que la retahíla de injurias no era cosa momentánea y no amainaba, dio media vuelta y, como me dijo con gracia, entró a “pedir asilo político” en la Librería Méndez de la calle Mayor, cuyos dueños no se sorprendieron y le confesaron que no era la primera vez que tenían noticia de escenas parecidas. Tres días más tarde mi amiga fue a su banco, y allí le contó el cajero que, sólo por llevar este periódico –sin que en su caso mediara ni mirada–, miembros de la AVT, el mismo día del atentado, lo habían seguido llamándolo “¡Hijo de puta!” durante un buen trecho. Mi amiga, así pues, no fue la única víctima de las Víctimas, o de sus jaleadores.

Yo he oído contar muchas veces a mis padres que durante la Guerra Civil los motivos para sacar a alguien de su casa y darle el paseo eran a menudo proporcionados por los porteros o los vecinos: “El del segundo leía El Socialista”, se chivaba el portero a los falangistas sevillanos, y eso bastaba para que éstos subieran por él y se lo cargaran. “El del tercero iba a misa”, acusaba un vecino ante los milicianos madrileños, y éstos ya veían razón suficiente para borrarlo del mapa. Esto se parece demasiado a la actitud observada el 30 de diciembre por algunos miembros de la Asociación de Víctimas del Terrorismo. Hay que decirlo una vez más: a las víctimas de ETA hay que compadecerlas, alentarlas, ayudarlas, procurar que reciban justicia y resarcirlas en la medida de lo posible, porque han pagado y sufrido en nombre de todos. Pero ser víctima no da la razón, ni hace más sabio, ni convierte a nadie en santo, ni lo exime de su obligación de respeto hacia los demás ciudadanos. Si una víctima delinque, no por eso deja de ser víctima, pero pasa a ser también un delincuente. Y si una víctima persigue e insulta a quien le lanza una mirada o lee el diario que le apetece, tampoco dejará de ser víctima, pero además se habrá convertido en un energúmeno, un intolerante, un enemigo de la libertad y un miserable. Que el señor Alcaraz, de quien las Víctimas están siendo víctimas en los últimos tiempos, se pare a pensarlo un minuto, y se aplique el cuento.

Los coches primero

Una de las cosas más agradables de salir a pasear los domingos por la mañana, aparte de tomarte unas tapitas de regreso a casa, era pasar por una calle Fuencarral cerrada al tráfico y ver a los niños jugando libremente en la calle. Sus caras de velocidad, de emoción, sus risas, te alegraban la mañana. Pero cual fue mi sorpresa ayer cuando al dar nuestro paseo dominical, veo que la calle Fuencarral estaba abierta al tráfico.
Y claro, había menos niños jugando, encerrados en las zonas que el ayuntamiento ha dejado para ellos, pero no había prácticamente bicicletas, patines, balones. ¿quien av a dejar a su hijo jugar al fútbol en una acera, por muy ancha que sea, si corre el riesgo que al salir detrás de un balón, le atropelle un coche. Que si que la calle tiene aceras anchas, arbolitos, sombras, parques infantiles, pero todo eso no compensa, al menos a las familias con niños o a los que, como yo, disfruta viéndolos jugar, la perdida de tranquilidad que supone mantener abierto el tráfico los domingos. Esperemos que sea una cosa puntual y en próximos festivos vuelva a cerrarse esa vía para el esparcimiento de los pequeños y la tranquilidad de sus padres.
Así que con la reforma, en teoría pensada a favor del peatón, que si sale ganando entre semana, los perjudicados son los niños, ya que ahora los domingos en la calle Fuencarral, los coches primero.

Actualización Este domingo la calle si que estaba cortada al tráfico y dedicada a los niños, pero por lo que me pareció ver por las pancartas y la ausencia de policía municipal, y la presencia de la policía nacional, se debió más bien a una acción vecinal reivindicando el uso lúdico de la calle los domingos que a una decisión del ayuntamiento?

Los poderes de la mente

Leyendo las nocicias me he quedado estupectado al leer esto: El PSOE acertó ante notario la lista de opositores aprobados en Lalín. En el cuerpo de la noticia encontarmos los siguiente:
el grupo municipal del PSOE de Lalín había entregado a un notario de Silleda una lista de trece nombres, cada uno asignado a las plazas incluidas en la oferta de empleo público del 2004 convocada por el Concello. Hizo dos «apuestas»: una en agosto del 2004, con once nombres, y otra en noviembre de ese mismo año, cuando ya se conocía la lista de admitidos para todo el concurso oposición, con trece. Logró pleno en ambos casos


Viento tal poder de clarividencia, me temo que Iker Jimenez ya esta tardando en dedicar un especial a tan extraño caso. Y por supuesto, no se que hacen los concejales socialistas en el ayuntamiento, en vez de andar forrándose montando lineas de tarot o similares. Por que esta claro que esto no lo supera ni Antohny Blake, a no ser que haya alguna clase de trampa, o ¿es que los aprobados tenían alguna relación con el ayuntamiento y era fácil predecirlo?.

17 de enero de 2007

Coincidencia

Anoche tuvimos una avería de la luz en nuestro edificio. A eso de las once de la noche se fue la luz tras una explosión que nos dio un gran susto. Rápidamente nos congregamos unos cuantos vecinos en el portal y tras ver que la luz iba y venia, amenazando con pegar un subidon de tensión, todos quitamos los automáticos de nuestras casas y el presidente llamó a unión Fenosa para que mandarán un técnico. Resumiendo, que a eso de las doce y media mi mujer y yo nos fuimos a la cama, sin saber si vendría el técnico, que aun no había llegado y cuanto tiempo estaríamos sin luz. Así que con la nevera llena de carne y pescado y con la incertidumbre de si tendríamos que pegarnos un atracón en los próximos días, no pegamos ojo hasta cerca de las cuatro de la mañana en que volvió la luz.
Así que esta mañana me he levantado hecho unos zorros, y tras una mañana muy movidita en la oficina, ¿que me encuentro en mi buzón al volver a casa al mediodía?. Si, el recibo de la luz. Sus mue...

15 de enero de 2007