Una de las cosas más agradables de salir a pasear los domingos por la mañana, aparte de tomarte unas tapitas de regreso a casa, era pasar por una calle Fuencarral cerrada al tráfico y ver a los niños jugando libremente en la calle. Sus caras de velocidad, de emoción, sus risas, te alegraban la mañana. Pero cual fue mi sorpresa ayer cuando al dar nuestro paseo dominical, veo que la calle Fuencarral estaba abierta al tráfico.
Y claro, había menos niños jugando, encerrados en las zonas que el ayuntamiento ha dejado para ellos, pero no había prácticamente bicicletas, patines, balones. ¿quien av a dejar a su hijo jugar al fútbol en una acera, por muy ancha que sea, si corre el riesgo que al salir detrás de un balón, le atropelle un coche. Que si que la calle tiene aceras anchas, arbolitos, sombras, parques infantiles, pero todo eso no compensa, al menos a las familias con niños o a los que, como yo, disfruta viéndolos jugar, la perdida de tranquilidad que supone mantener abierto el tráfico los domingos. Esperemos que sea una cosa puntual y en próximos festivos vuelva a cerrarse esa vía para el esparcimiento de los pequeños y la tranquilidad de sus padres.
Así que con la reforma, en teoría pensada a favor del peatón, que si sale ganando entre semana, los perjudicados son los niños, ya que ahora los domingos en la calle Fuencarral, los coches primero.
Actualización Este domingo la calle si que estaba cortada al tráfico y dedicada a los niños, pero por lo que me pareció ver por las pancartas y la ausencia de policía municipal, y la presencia de la policía nacional, se debió más bien a una acción vecinal reivindicando el uso lúdico de la calle los domingos que a una decisión del ayuntamiento?
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