28 de septiembre de 2005

Memorias de Lecturas (60) Desde dos rios. Richard Jordan

Tras la decepción que supuso la lectura de Nueva primavera sin haber leído antes los volúmenes originales de La Rueda del tiempo acometí con un cierto escepticismo la lectura de esta primera entrega, buen en realidad, la mitad de la primera entrega, de esta exitosa serie. Y la verdad es que mi opinión ha mejorado en algo y aunque no es que sea para tirar cohetes, se deja si uno consigue superar la sensación de estar leyendo un refrito descarado de El señor de los Anillos, incluso se puede disfrutar de algunos momentos entretenidos y épicos como la narración del origen de Campo de Emond a sus habitantes.
La saga comienza en un idílico valle donde los lugareños viven una vida plácida y bucólica hasta que un día sufren el ataque de unos seres malvados, creado por el señor del mal, los trolllocs, que amenazan la vida del protagonista y sus amigos. Estos consiguen escapar del pueblo gracias a la ayuda de una joven Sedai, las únicas capaces de encauzar el poder único, que esta convencida de que uno de los jóvenes es clave para derrotar al mal.
Así contado queda claro que la inspiración de Robert Jordan es la obra de Tolkien, cuya sombra asoma en todas y cada una de las páginas de esta novela, aunque conforme avanza la misma poco a poco va cogiendo personalidad propia lo que hace concebir que en futuras entregas la serie despegue el vuelo. La novela, con un esquema clásico de iniciación a través del viaje nos presenta a un conjunto de personajes, muy calculado para cubrir todo tipo de personalidades y poder reflejar así una visión muy amplia del mundo ideado por Robert Jordan.

La narración carece de un ritmo interno definido y si bien le cuesta arrancar, luego la historia va avanzando a buen paso, aunque con algunas rupturas de ritmo debido a la insistencia del autor de mostrarnos hasta el último detalle de todo lo que acontece y de los lugares por los que pasan. De todas formas este volumen ofrece poco más que la presentación de los personajes, pues no debemos de olvidad que constituye solo la primera mitad de la primera novela de la serie.

En cuanto a los personajes, y a falta de que se vayan afirmando conforme avance la historia, no tienen la fuerza que se supone a los protagonistas de una saga de estas características. Con todo una lectura entretenida a la espera de la conclusión de la historia.

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