Este decálogo de medidas para combatir la siniestralidad en las carreteras lo he leído en el blog de Jordi Sevilla . Me parece un buen conjunto de medidas para enfrentarnos de una vez por todas con una de las mayores lacras que sufre la sociedad española.
0. Un acuerdo político al máximo nivel entre todas las administraciones para que se comprometan a acabar con todos los puntos negros conocidos y constatados en nuestras redes de carreteras.
1. Cualquier infracción de tráfico grave o muy grave debe comportar la retirada inmediata del carnet. Y vuelta a empezar con todos los exámenes. Como sería reincidente, las tasas y derechos de examen tendrían que llevar recargos. Estos recargos podrían ser progresivos en función del número de reincidencias, infracción cometida y la renta y patrimonio del conductor sancionado.
2. Exigir de los jueces que apliquen al culpable la ley con el rigor exigible.
3. Regulación de la velocidad y potencia que puede alcanzar un vehículo, así como alcanzar un gran acuerdo con fabricantes para que aumenten las medidas de seguridad y para que en la publicidad no se asocien sus coches con conceptos como velocidad, riesgo, diversión…
4. Una ITV para conductores: Campañas activas de educación en Seguridad Vial para adultos. Por ejemplo, deberían organizarse unos cursillos de asistencia obligada para que los conductores pasásemos por las autoescuelas unas horas cada dos o tres años. En esos cursillos, podríamos analizar varios tipos de accidentes y ponernos al día en todas las innovaciones que se producen en aspectos relacionados con la Seguridad Vial.
5. Incrementar sobremanera el transporte público. Pero para que esto sea eficaz también hay que abaratarlo, que sea atractivo elegirlo.
6. La edad de la conducción debería no subirse, sino bajar. Debería ser obligatorio hacer cursos de conducción en pequeños circuitos desde los 10 años, junto con la correspondiente concienciación y materia teórica. Y no sería nada malo que a los 16 años, todo aquel que haya superado estas pruebas desde los 10 años pudiera sacarse el carnet y conducir acompañado de un familiar. Así se conseguiría una mayor experiencia y concienciación en la conducción antes de salir de verdad a las carreteras. Esta conducción prematura deberá hacer siempre con la compañía de un tutor.
7. Que las autoescuelas enseñen a conducir, no solo a aprobar el examen. Que además enseñen a los candidatos a cambiar ruedas, poner cadenas, que no se cometan infracciones y que no den mal ejemplo a los jóvenes.
8. Operaciones policiales de control más estrictas en las distintas salidas de localidades de ocio nocturno
9. Instaurar que las empresas con más de X-empleados, promuevan el autobús de empresa. De esta manera, se reduciría la contaminación, y menos personas harían infracciones en la carretera. Además, los profesionales del volante conducirían mejor.
10. Fomentar campañas que en lugar de asustar, ganen la confianza de los conductores.
0. Un acuerdo político al máximo nivel entre todas las administraciones para que se comprometan a acabar con todos los puntos negros conocidos y constatados en nuestras redes de carreteras.
1. Cualquier infracción de tráfico grave o muy grave debe comportar la retirada inmediata del carnet. Y vuelta a empezar con todos los exámenes. Como sería reincidente, las tasas y derechos de examen tendrían que llevar recargos. Estos recargos podrían ser progresivos en función del número de reincidencias, infracción cometida y la renta y patrimonio del conductor sancionado.
2. Exigir de los jueces que apliquen al culpable la ley con el rigor exigible.
3. Regulación de la velocidad y potencia que puede alcanzar un vehículo, así como alcanzar un gran acuerdo con fabricantes para que aumenten las medidas de seguridad y para que en la publicidad no se asocien sus coches con conceptos como velocidad, riesgo, diversión…
4. Una ITV para conductores: Campañas activas de educación en Seguridad Vial para adultos. Por ejemplo, deberían organizarse unos cursillos de asistencia obligada para que los conductores pasásemos por las autoescuelas unas horas cada dos o tres años. En esos cursillos, podríamos analizar varios tipos de accidentes y ponernos al día en todas las innovaciones que se producen en aspectos relacionados con la Seguridad Vial.
5. Incrementar sobremanera el transporte público. Pero para que esto sea eficaz también hay que abaratarlo, que sea atractivo elegirlo.
6. La edad de la conducción debería no subirse, sino bajar. Debería ser obligatorio hacer cursos de conducción en pequeños circuitos desde los 10 años, junto con la correspondiente concienciación y materia teórica. Y no sería nada malo que a los 16 años, todo aquel que haya superado estas pruebas desde los 10 años pudiera sacarse el carnet y conducir acompañado de un familiar. Así se conseguiría una mayor experiencia y concienciación en la conducción antes de salir de verdad a las carreteras. Esta conducción prematura deberá hacer siempre con la compañía de un tutor.
7. Que las autoescuelas enseñen a conducir, no solo a aprobar el examen. Que además enseñen a los candidatos a cambiar ruedas, poner cadenas, que no se cometan infracciones y que no den mal ejemplo a los jóvenes.
8. Operaciones policiales de control más estrictas en las distintas salidas de localidades de ocio nocturno
9. Instaurar que las empresas con más de X-empleados, promuevan el autobús de empresa. De esta manera, se reduciría la contaminación, y menos personas harían infracciones en la carretera. Además, los profesionales del volante conducirían mejor.
10. Fomentar campañas que en lugar de asustar, ganen la confianza de los conductores.
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